Pese a los avances experimentados, durante el próximo 8 de marzo, la desigualdad de género en las empresas será tema candente.
Reducir la desigualdad de género es uno de los mayores desafíos a los que se enfrentan las empresas. Será uno de los temas estrella del próximo Día Internacional de la Mujer.
Aunque las empresas son cada vez más conscientes y buscan soluciones, parece que todavía no ha habido un cambio real en este sentido. Especialmente en los puestos de mayor rango.
El techo de cristal y los planes de igualdad
Un informe reciente de Cobee muestra que el 37% de los equipos cree que las empresas siguen prefiriendo a los hombres para puestos directivos. Casi la mitad de los trabajadores (48%) asegura que no existe una situación de paridad en los puestos de dirección. Este fenómeno se conoce como «techo de cristal”, una barrera invisible que dificulta que las mujeres accedan a puestos de mayor rango en las empresas.
A pesar de que cada vez más empresas están poniendo en marcha planes de paridad y diversidad en sus plantillas, todavía queda mucho por hacer. El 62% de las plantillas afirma que no tienen o no saben si existe un plan de igualdad y diversidad, mientras que el 38% de los equipos cree que sí existe.
El 31% de los trabajadores prefieren mayor flexibilidad
En cuanto a los aspectos que son más importantes para los empleados al margen de la remuneración económica, tanto hombres como mujeres tienen las mismas necesidades e intereses. El 31% de las plantillas prefiere mayor flexibilidad y facilidades para la conciliación. Le siguen un buen ambiente laboral y cultura de empresa y un plan de desarrollo profesional y crecimiento. Sin embargo, las mujeres muestran mayor interés por la conciliación (33% frente al 28% de los hombres). Los hombres valoran más el sueldo (10% frente al 6%).
Aunque hay un mayor nivel de corresponsabilidad entre hombres y mujeres en el cuidado del hogar y la familia, todavía queda un largo camino por recorrer. Las empresas también deben ofrecer las mismas facilidades a ambos sexos para conseguir un cambio significativo en este ámbito.
Es esencial seguir trabajando para reducir la desigualdad de género en el ámbito laboral y alcanzar la igualdad efectiva entre hombres y mujeres.
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