Si una empresa quiere controlar ciertos aspectos del trabajador como su jornada y localización; “sería licita la instalación de sistemas como el GPS en el coche de empresa que lo permitan”, advierte Marga Pérez, abogada de ARAG. En ocasiones, esto puede desembocar en infracciones laborales susceptibles de amonestaciones por escrito, suspensión de empleo y sueldo y hasta despido, en casos muy graves. Aunque el control se puede aplicar a cualquier trabajador, eso no quiere decir siempre ni en todas las circunstancias. Sigue leyendo