El panorama de riesgos en torno a la cadena de valor del coche eléctrico es complejo. Algunos de estos riesgos son para el cliente (como la ansiedad por la autonomía, la infraestructura de carga inadecuada, los vehículos más pesados); mientras que otros están relacionados con la producción (disponibilidad de materiales, control de calidad, incógnitas de batería o degradación del vehículo). Sigue leyendo