Las universidades españolas se esmeran en evitar el plagio. Para ello cuentan con diversas licencias de programas de detección de fraude en los trabajos académicos. Una de ellas es Turnitin, el programa anti-plagio más utilizado en España, que compara los textos analizados con los publicados en una base de datos de 45.000 millones de páginas web.
Sin embargo, el plagio está lejos de ser erradicado. Según apuntan los expertos legales de Das Seguros, las universidades siguen basando las tareas de la lucha contra el plagio en un texto de 1954, el Reglamento de Disciplina Académica. Los distintos gobiernos han incumplido el plazo para renovarlo en 2010, una fecha fijada por el decreto del Estatuto del Estudiante Universitario. Sigue leyendo