Dicho informe mide el nivel de complejidad de los procedimientos de recobro internacional en 50 países, a partir del análisis de las prácticas locales de pago y los procedimientos judiciales y de insolvencia
La media mundial se sitúa en 51 en una escala de 0-100, lo que demuestra un alto nivel de complejidad para recobrar. Europa Occidental destaca cuando se trata de hacer más fácil la vida de las empresas que necesitan recuperar sus deudas. Suecia, Alemania e Irlanda se sitúan a la cabeza y se presentan como los países con menos dificultad para el recobro, con una puntuación de 30, 30 y 31. Suecia y Alemania son los únicos países que registran los índices más bajos de complejidad tanto en las prácticas de pago, como en procedimientos judiciales y de insolvencia. Sigue leyendo