Cerca de medio millón de personas han descubierto en los últimos cinco años que un familiar fallecido tenía contratado un seguro de vida sin que ellos lo supieran, al consultar el registro creado por el Ministerio de Justicia en 2007 para evitar que estas pólizas queden sin cobrar. Según datos difundidos por la agencia Efe, desde que se creó este registro, en junio de 2007, se han recibido algo más de un millón y medio de consultas, de las que 488.065 han dado resultados positivos.
Cualquier ciudadano que crea que puede ser beneficiario de un seguro de vida suscrito por un familiar puede acudir a comprobarlo al registro transcurridos 15 días hábiles desde el fallecimiento del posible titular, para lo que tendrá que adjuntar el certificado de defunción y rellenar la correspondiente solicitud. Posteriormente, el registro emitirá una certificación donde consten, en su caso, los seguros que correspondan, con la que el interesado podrá acudir a las aseguradoras para conocer si es beneficiario o no del seguro.
Si existe el seguro de vida pero el familiar que hace la consulta no es el beneficiario, la aseguradora no está obligada a revelar la identidad de la persona que lo cobrará. De esta manera, por ejemplo, una viuda puede encontrarse la sorpresa de que su marido tenía algún seguro de vida del que ella no era beneficiaria y lo es una tercera persona cuya identidad podrá permanecer en el anonimato.
A 31 de mayo último, las aseguradoras habían comunicado a este registro información referente a más de 97 millones de pólizas. El certificado se puede solicitar por correo o por internet (www.mjusticia.gob.es), o personalmente acudiendo a la sede central del registro en Madrid o a las gerencias territoriales del Ministerio de Justicia, entre otras posibilidades.
También se puede pedir esta información en vida si una persona tiene dudas sobre las pólizas de las que es beneficiaria. En el caso de que se pida información en vida, el ministerio emite una nota informativa, algo que ha hecho ya en 23.546 ocasiones desde junio de 2007, una cifra que va incluida en el millón y medio de consultas ya mencionadas.