Con el invierno no sólo llegan las noches largas, sino a menudo el frío, la lluvia, la nieve y la niebla, circunstancias que complican y dificultan la conducción y la seguridad en las carreteras del vehículo. Pero no hay que preocuparse, basta con ser precavidos.
Un texto de Diego Fernández Torrealba Sigue leyendo