
Viajar en familia debería ser sinónimo de descanso, disfrute y creación de recuerdos compartidos. Sin embargo, imprevistos como retrasos, cancelaciones, pérdida de equipaje o gastos inesperados pueden generar tensión y convertir las vacaciones en una fuente de estrés. Para evitarlo, la anticipación es clave. Una buena planificación financiera, junto con un seguro de viaje adaptado a las necesidades de cada familia, permite reducir la incertidumbre y centrarse en disfrutar del viaje. Sigue leyendo