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El estudio Zen Driving, elaborado por Prevensis y patrocinado por Unespa analiza cómo afectan las emociones a la conducción. Prevenir el estrés en la carretera se convierte en una importante herramienta de seguridad vial.
Controlar las emociones al volante puede rebajar la probabilidad de sufrir un accidente grave. Según las conclusiones del estudio Zen Driving, realizado por Prevensis y patrocinado por Unespa en el II Premio de Seguridad Vial, sólo el 11% de los conductores es capaz de controlar perfectamente sus emociones en la carretera, mientras que el 17% de los conductores analizados tiene un perfil de riesgo muy elevado.
Acciones tan cotidianas como hablar por el móvil, fumar, o tener un altercado con otro conductor provocan alteraciones físicas y emocionales al conductor, disminuyendo de forma importante su concentración y su capacidad de reacción.
Por ejemplo, mantener una conversación intensa por el móvil mientras conducimos aumenta un 41% el riesgo de sufrir un accidente, por lo que el control de las emociones se convierte en una importante medida de seguridad vial, según explican los responsables del estudio, realizado a lo largo de más de un año y en el que se ha medido el impacto real de las emociones en los conductores, su nivel de motivación bajo situaciones de estrés y los elementos que reducen su atención e inciden en el riesgo de sufrir un accidente.
Aumentar la seguridad vial se ha convertido en una obsesión para el sector asegurador, como explica Pilar González de Frutos, presidenta de Unespa, en declaraciones a SegurosTV.
Convertirnos en conductores ‘zen’ es fácil si se siguen las recomendaciones de Prevensis. La empresa responsable del estudio ha elaborado un decálogo para ayudar a los conductores a rebajar su nivel de estrés antes de iniciar la marcha, según explica Jesús Gómez, gerente de Prevensis.
Estar cómodo en el coche, evitar las distracciones o mantener una actitud positiva durante la conducción son otras de las recomendaciones del estudio.
Además de prevenir los accidentes, tener un mayor control sobre las emociones evita las sanciones, ya que los conductores emocionalmente alterados tienen 2,5 veces más multas y presentan un 30% más partes al seguro que aquellos que son capaces de mantener la calma al volante.
A la presentación del estudio acudió Flavia Rodríguez-Ponga, directora general de seguros y Fondos de Pensiones, quién recordó que la seguridad vial es una de las principales preocupaciones del sector. Rodríguez-Ponga adelantó que las conclusiones de la comisión de renovación del Barómetro de daños corporales se presentarán antes de que termine el ejercicio.
Pilar Gonzalez de Frutos, Jesus Gomez Prevensis