Las viviendas de los mayores de 65 años cuentan en general con las instalaciones básicas, pero no se adaptan a la evolución física y cognitiva de estas personas a medida que envejecen. Prueba de ello es que en el 60% de estos hogares se ha producido algún tipo de accidente durante el último año, siendo las caídas, heridas y quemaduras, los más habituales entre este colectivo, de acuerdo con el informe “La vivienda del mayor: condiciones y riesgos”, realizado por Fundación Mapfre en colaboración con la Asociación Profesional Española de Terapeutas Profesionales (Apeto). Sigue leyendo