A pesar de que el pasado 1 de octubre entró en vigor la Directiva de Distribución de Seguros (IDD) en España, las entidades aseguradoras que comercializan directamente sus productos aún no están clasificadas como distribuidores de seguros. Ello que representa una desventaja respecto la de aquellas que operan en estados en los que ya se haya transpuesto al ordenamiento nacional la normativa europea. Sigue leyendo