Con el fin del verano llega el momento de dejar atrás el descanso vacacional y regresar a la rutina laboral, un proceso que puede resultar complicado. La alteración de horarios durante las vacaciones puede causar un desajuste en los hábitos de sueño, conocido como jetlag postvacacional, que desestabiliza el ciclo vigilia-sueño y puede provocar insomnio, fatiga y dificultad para concentrarse. Este fenómeno, exacerbado por la actividad social nocturna y los viajes, afecta la productividad y el bienestar. Sigue leyendo