El informe de Fundación MAPFRE y la AEC enfatiza la necesidad de invertir en la mejora de carreteras convencionales en España para reducir la siniestralidad: se podrían salvar 300 vidas.
Las provincias de Huesca, Teruel, León y Lleida cuentan con una proporción muy alta de tramos peligrosos
El Racc ha presentado recientemente la decimosexta edición del estudio de evaluación de carreteras EuroRAP, con el que un año más ha analizado la accidentalidad en la Red de Carreteras del Estado (RCE). Este estudio identifica, por un lado, los tramos de carretera con mayor riesgo de accidentalidad grave o mortal en función de la cantidad de vehículos que circulan por ellos, y por otro, los tramos con más concentración de accidentes. Para elaborar el análisis, el Racc ha contado con la colaboración de otros clubes europeos miembros de la Federación Internacional del Automóvil (FIA), así como del Ministerio de Fomento, la Dirección General de Tráfico y las administraciones autonómicas de la Región de Murcia, País Vasco, Navarra, Aragón y Cataluña. Sigue leyendo
Los “tramos blancos”, sin accidentes, representan el 24% del total de la red de carreteras del Estado. Castilla y León, Castilla-La Mancha y Extremadura son las comunidades con mayor número de tramos sin accidentes mortales, según el análisis del Instituto de Seguridad Vial de la Fundación Mapfre.
La Red de Carreteras del Estado, que representa aproximadamente el 15% de toda la red española, cuenta actualmente con el doble de “tramos blancos” que hace diez años. Los “tramos blancos” de las carreteras son aquellos con una longitud superior a los 25 kilómetros en los que no se ha producido ningún accidente mortal en, al menos, cinco años. En la actualidad existen en España un total de 6.200 “kilómetros blancos”, explica el informe de la Fundación Mapfre.
El informe analiza la evolución de este tipo de tramos desde 1989 en España e identificar los nuevos tramos más seguros. Existen 24 carreteras en las que más de la mitad de su longitud son “tramos blancos” y entre ellas, destacan la A-41 (en Ciudad Real), la R-4 (en Madrid), la A-63 (en Asturias), la AP-36 (entre Cuenca y Toledo), la A-22 (en Huesca), y la N-629 (que discurre por Burgos y Cantabria). Los kilómetros de “tramos blancos” representan el 24 por ciento de la red estatal de carreteras.
El trabajo de investigación también analiza las características de 700 kilómetros de estos tramos, situados tanto en autopistas y autovías (libres, de peaje o radiales) como en carreteras convencionales de toda España. Entre los factores que se han estudiado destacan el equipamiento de la vía, el estado de conservación, el tipo de terreno, la intensidad media de circulación diaria, el porcentaje de vehículos pesados, la velocidad media, el índice de peligrosidad y el número de accidentes con víctimas por kilómetro. Así, se desprende que una baja intensidad de tráfico y unas buenas infraestructuras son dos factores decisivos para que una carretera obtenga una calificación alta en seguridad vial. Con esta investigación se pretenden extraer conclusiones que ayuden a diseñar y gestionar carreteras seguras.
El informe también aporta datos por Comunidades Autónomas. Las que concentran mayor número de “tramos blancos” son Castilla y León (25% del total), Castilla La Mancha (20%) y Extremadura (11%), que cuentan con vías que trascurren generalmente por terrenos llanos y que tienen buena visibilidad. Por el contrario, las que registran menor número de “tramos blancos” son las de Madrid y Cataluña (con el 0,8 y 3,2% del total, respectivamente), debido principalmente a la alta densidad de tráfico que soportan las carreteras de estas dos Comunidades, y Galicia (5,5% del total), por las características topográficas del terreno.
Medidas para mejorar la siniestralidad
Entre las medidas que contribuirían a incrementar el número de “tramos blancos”, Fundación Mapfre recomienda promover la señalización, tanto vertical como horizontal, garantizando un estado óptimo de la misma y evitando la saturación de señales en un tramo corto, ya que esta situación conlleva una pérdida de efectividad. También aconseja promover la conservación del pavimento, así como la conservación y protección de los márgenes de las carreteras para que en caso de salida de la vía, los daños sean los menores posibles, y mejorar la iluminación nocturna de las carreteras.
Para descargarte el estudio completo, entra en: www.fundacionmapfre.org