
Las fiestas navideñas, tradicionalmente asociadas al descanso y al tiempo en familia, suponen una presión añadida para muchos profesionales. El cierre de objetivos, la acumulación de tareas y la carga emocional de final de año hacen que una parte significativa de los trabajadores tenga dificultades para desconectar del trabajo, con un impacto directo en su bienestar. Sigue leyendo













