Las consecuencias y daños de la borrasca Barra han sido terribles para una gran parte de la cuenca del Ebro. La crecida extraordinaria del río -fruto de las fuertes lluvias- ha dejado anegadas miles de hectáreas de la Rioja, Navarra y Aragón -más de 30.000 según los cálculos iniciales-. El martes llegó a Zaragoza, donde parece que se ha estabilizado. Sigue leyendo