A medida que la esperanza de vida se extiende, la necesidad de contar con recursos financieros suficientes para mantener el ritmo de vida deseado durante la jubilación se vuelve cada vez más crítica. Con el aumento del acceso de las personas mayores a entornos digitales, se abre una gran variedad de servicios financieros que pueden apoyar sus estrategias de gestión de ahorros y pensiones. Sin embargo, para lograr una inclusión financiera efectiva, es fundamental que el sector bancario y asegurador comprenda las capacidades y dificultades que enfrentan este tipo de clientes. Sigue leyendo