El síndrome de la clase turista o trombosis venosa profunda afecta a una de cada 1.000 personas, especialmente en trayectos en avión de más de cuatro horas. El riesgo de sufrir esta patología aumenta exponencialmente a medida que se suman horas de viaje, según apunta la Sociedad Española de Trombosis y Hemostasia (SETH).
Sigue leyendo