La pandemia de coronavirus ha ejercido una enorme presión sobre la industria farmacéutica, lo que ha obligado a las empresas farmacéuticas a realizar ensayos clínicos para una vacuna Covid-19 a una velocidad vertiginosa. Desde que el Reino Unido autorizó el uso de la vacuna de Pfizer y BioNTech, el gigante farmacéutico estadounidense ha ocupado un lugar protagonista en la lucha contra la pandemia. Sigue leyendo