Pelayo cerró el tercer trimestre del ejercicio con un beneficio neto de 7,68 millones de euros, lo que representa un incremento de casi un 2% respecto al mismo periodo del año anterior. Este incremento se debe a las distintas iniciativas puestas en marcha por Pelayo para adaptarse a la negativa situación del mercado, así como al ajuste de gastos para mejorar la eficiencia, según explica la compañía en un comunicado.
La facturación de la aseguradora cae un 9,8%, hasta 317,6 millones de euros como consecuencia de la caída de la prima media en autos. Este descenso se explica en la bajada de tarifas y la contratación de garantías más básicas del seguro, informa Pelayo.
Menor siniestralidad
La siniestralidad se ha mantenido en la buena línea que lo venía haciendo, situándose en 73,1%, ligeramente por debajo de la de misma fecha del pasado año, debido sobre todo a la menor utilización del vehículo en los desplazamientos por carretera y a la selección de riesgos practicada por la entidad.
En cuanto a la solvencia, Pelayo cerró los nueve primeros meses del año con 216 millones de euros, casi cuatro veces el mínimo exigido por la ley.
La aseguradora de la Selección Española explica que su estrategia continuará siendo adaptarse a las condiciones del mercado y a la situación económico, y señala que sus objetivos prioritarios son la la fidelización de la cartera, la correcta selección de riesgos y la gestión con una mayor eficiencia de gastos.