La mayoría del territorio español está utilizando los cierres de establecimientos para frenar el contagio del virus COVID-19. Esta es una medida necesaria, pero con consecuencias económicas directas para los dueños de bares, restaurantes y demás negocios. Estos ven reducidos sus ingresos mientras tienen que seguir haciendo frente al pago del alquiler del local, explica ARAG. Sigue leyendo