¡Estrenamos nueva sección! En Femenino. En ella, descubrimos, de la mano de Ana M. Serrano, el lado femenino del sector asegurador con entrevistas a destacadas profesionales y directivas tanto de compañías de seguros como de corredurías y empresas de mediación.
Nuestra primera entrevista es con:
Ana Muñoz, socia-directora de Ponce y Mugar
Ana M. Serrano
Inteligente, culta, despierta, profesional incansable… Ana María Muñoz García, socia-directora de Ponce y Mugar -una correduría de seguros de prestigio en el sector-, lleva más de veinte años dedicada a una profesión que le cautivó desde el primer momento.
Sin duda, su “mentor” tuvo mucho que ver en el hecho pues, como ella misma nos cuenta, “llegué al sector de la mano de una persona que me inculcó el amor al SEGURO y el respeto a todo lo que conlleva”. Y le tocó aprender. Y aprendió normas, sistemas, productos…, pero sobre todo descubrió “la importancia de servir a los demás, de tener los ojos bien abiertos y el corazón muy grande para poner tus conocimientos al servicio de las personas”. Y es que Ana Muñoz, además, es humana. Muy humana. La única cualidad, aunque a veces extraña, capaz de convertir a una persona brillante en alguien excepcional.
Interesada por el progreso y las nuevas tecnologías -”¡Valoro tanto la innovación! Las herramientas tecnológicas nos dan agilidad y nos ahorran tiempo en las tareas, ¡Ese tiempo tan necesario para nuestra función comercial! Yo empujo en la medida que puedo para seguir evolucionando en este sentido”, nos dice convencida-, no se muestra especialmente sorprendida cuando le preguntamos acerca de los cambios que se han ido produciendo a lo largo de su carrera profesional. Al contrario. “En realidad, hemos cambiado como cambia la sociedad, somos parte de ella y sería horroroso no evolucionar, ¡Quedarnos ahí donde comenzamos!”
Cambios que, sin duda, ha impulsado una presencia femenina cada vez más importante ¿Qué nuevos valores crees que aporta la mujer al sector? “Creo que hay rasgos femeninos que suman en el mundo laboral -asegura Ana-, que favorecen distintos puntos de vista y son valorados de forma positiva. Nuestro sector se ha enriquecido con la manera femenina de socializar, más proclive a la empatía, al trabajo en equipo. Esa, entiendo yo, es nuestra diferencia y nuestra impronta”. Una actitud que ella misma adopta sin reparar en ello porque cuando el “cliente es el protagonista”, su día a día se centra “en darle un buen servicio, satisfacerle al cien por cien. Me preocupo de que en mi correduría, las personas que trabajamos en esta empresa estemos preparados, bien formados para atenderles con una buena estrategia, que seamos personas capaces, asertivas, que escuchemos y demos la solución que nos requieran. Me ocupo de establecer sistemas que den resultado. Y esto le hace vivir de manera plena, integrando el trabajo en su estilo de vida. “Soy feliz trabajando, es mi ocupación y me da muchas satisfacciones”.
Como mujer actual, moderna y estilosa, también le interesa la moda “desde el punto de vista que me gustaría ser elegante” -lo es, por cierto-; “me siento mejor con un estilo que con otro y aun dentro de las tendencias, trato de acomodarme a ese estilo que resulta más adecuado a mi persona y a mi manera de vivir”.
Y al hilo de la moda, Ana Muñoz accede a respondernos a una serie de preguntas que nos acercan un poco más a ella, a sus gustos.
Un complemento indispensable: Un bolso XL en el que me quepan otros complementos indispensables.
Un truco de belleza: Nivea, siempre NIVEA.
Un capricho: Sobremesa con café, charla y amigos.
Una cita: ¿Una sola? Con una persona conversadora, positiva, que me aporte alegría, vitalidad; y la verdad es que conozco a muchas.
Una persona: ¿Una sola? Aquella que liderara la mediación; que nos representara a todos los corredores y lográramos ser una voz única.
Un personaje de ficción: ¿Uno solo? Don Quijote de la Mancha.
Un libro: ¿Uno solo? Me impactó en su momento; cuando lo leí, “Guerra y Paz” de León Tolstoi, por los personajes que va narrando.
Una película: ¿Una sola? “La Vida es Bella” de Roberto Benigni. Me emocionó y vino a darnos la razón a muchos de los que pensamos que aún en las peores circunstancias se puede crear ilusión.
