El Consejo de ministros ha aprobado una línea de créditos ICO por valor de 5.000 millones de euros dirigido a autónomos y empresas afectadas económicamente por la guerra de Ucrania. En esta ocasión, el Gobierno ha exigido que «las entidades financieras deberán aplicar los mejores usos y prácticas bancarias en beneficio de sus clientes y no podrán condicionar la aprobación de los préstamos a la contratación, por parte del cliente, de ningún otro servicio o producto». Sigue leyendo