El ictus se ha convertido en la principal causa de discapacidad adquirida en adultos, con aproximadamente 120.000 casos anuales en España, de los cuales la mitad no logra recuperarse. Esta condición ocurre cuando se interrumpe o reduce el flujo sanguíneo a una parte del cerebro, lo que hace crucial una rápida respuesta ante los primeros síntomas para evitar daños severos y secuelas permanentes, explica Adeslas. Sigue leyendo