Muchos países se han visto obligados a tomar medidas drásticas, como cerrar sus fronteras e imponer restricciones de entrada, que cambian con frecuencia, con la intención de frenar la propagación de la Covid-19 entre países y proteger de esta forma a sus residentes. Es así como en algunos territorios se ha limitado la circulación de pasajeros de forma exclusiva al tránsito de viajeros esenciales o se les exige una prueba PCR o de antígenos realizada en las 72 horas previas a la partida, explica AXA Partners. Sigue leyendo