
Las enfermedades raras afectan a más del 3,5% de la población mundial, pero su baja prevalencia y la falta de conocimiento médico generalizado suponen un tiempo de espera promedio de seis años para recibir un diagnóstico. Los avances tecnológicos pretenden transformar esta situación, facilitando el acceso a la información a los especialistas y ofreciendo apoyo a los pacientes, así como reduciendo los tiempos de espera para un diagnóstico correcto. Sigue leyendo