
Tradicionalmente las vacaciones eran sinónimo de desconexión y descanso, pero este año la tensión psicológica derivada de las finanzas familiares, añadida a los ya habituales problemas relacionados con la época estival, se ha convertido en un compañero de viaje más que puede incluso llegar a afectar a la salud mental y bienestar emocional de las personas, explica Cigna. Sigue leyendo