La diversificación económica planeada por Arabia Saudí se desarrollará lentamente, manteniendo la fuerte dependencia de los ingresos del petróleo y el impulso estatal.
Tras un 2017 en el que el PIB se contrajo un 0,7%, debido a los recortes de producción petrolera acordados en la OPEP, el último Country Report difundido por Crédito y Caución sobre la región MENA, prevé la recuperación de un modesto crecimiento en 2018 (1,0%) y 2019 (2.0%) gracias al repunte del precio del petróleo o la inversión en infraestructuras como el metro de Riyadh o la ciudad futurista Neom. Sigue leyendo