Un año después de que estallara la crisis sanitaria por el coronavirus, la estabilidad económica española pende de un hilo. A finales de año más de 200.000 empresas habían desaparecido y más de 323.000 autónomos dejaron de cotizar en este régimen, según datos del INE. El 92% de las empresas que cerraron eran micropymes (21,5% del mercado), y el volumen de parados, hoy en día, roza los 4 millones. Estos datos muestran la delicada situación económica del país que, lejos de recuperar los niveles de solvencia de antes de la crisis del 2008, se han visto abordadas por una crisis sin precedentes que las sitúa nuevamente con falta de liquidez e insolvencia, explica CIAC. Sigue leyendo