
A pesar de la incertidumbre global, de la inestabilidad financiera, del azote de la inflación o el incremento de los tipos, cada mañana millones de empresas levantan la persiana. Las empresas no duermen y el seguro de crédito tampoco lo hace. Viaja con sus mercancías, les ayuda a encontrar buenos clientes y salvaguarda su solvencia a través de sus capacidades de prevención, indemnización y recobro frente a los impagos comerciales. La tranquilidad se concentra en una tarjeta: la de un agente de Crédito y Caución. Sigue leyendo