
Desde que una mujer recibe la noticia de que en su mamografía o ecografía hay algo sospechoso hasta que recibe un diagnóstico pueden pasar más de 10 días. Hay numerosos artículos científicos que exploran esta situación. Y proponen técnicas psicológicas para mitigar el terror de la incertidumbre y hasta le han puesto nombre: scan-anxiety, señala Sanitas. Sigue leyendo